La música disco conquistó el mundo durante la seguna mitad de los años 70, y uno de sus padres fue el italiano Giorgio Moroder. Tal vez esa relación con Moroder ayudó a que en Italia muchos músicos locales abrazaran la creación de música de este estilo, a diferencia del resto de los países europeos que se limitaban a consumir la música disco que llegaba de Estados Unidos. Además cantaban en inglés, igual que Moroder, lo que favoreció que sus canciones se exportaran con éxito al resto de Europa hasta que llegó el final de la era disco a primeros de los 80.

Los años 80 trajeron consigo la irrupción brutal de la tecnología en la música y el pujante panorama de sonido bailable de Italia la acogió con avidez, llevando a la aparición del primer subgénero musical totalmente electrónico, el italo-disco. La enorme popularidad que alcanzó en toda Europa durante la década no se extendió a Estados Unidos pero tampoco a Inglaterra, excepto contadas excepciones, pero sí fue una influencia determinante para grupos ingleses que se hicieron famosos en todo el mundo según avanzaban los 80 como Pet Shop Boys, New Order o Erasure.

El italo-disco como género no se limitó a producciones italianas. Los alemanes, que estaban entre los mayores consumidores de este tipo de música, pronto crearon su propia variante a la que llamaron euro-disco que llevó a la fama a artistas como Modern Talking o C.C. Catch. Finalmente los gustos del público de discotecas comenzaron a orientarse hacia sonidos más duros y menos melódicos y el surgimiento de la música house acabó con el italo-disco, que para primeros de los años 90 practicamente había desaparecido.

Italo-disco

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